Los días calurosos de verano poco a poco llegan a su fin, dando paso al otoño. Los grados van cayendo ligeramente por lo que es momento de estructurar nuestra vivienda para los primeros fríos y transformarla en un ámbito acogedor y entrañable, en la que disfrutar de esta época del año.
Y a pesar de que el fuerte frío todavía se demorara algunas semanas, es preferible estar prevenidos para eludir sobresaltos ya que pueden llegar días de concentrado frío sin informarnos antes de lo pronosticado.
Sin importar la clase de calefacción que utilicemos: suelo radiante, gas natural, central, eléctrica o gasoil, ahora es el instante de chequear el funcionamiento y verificar que la energía que consume es la precisa, está limpia y no tiene fugas.
Un buen mantenimiento de tu caldera posibilitará disponer de un funcionamiento con un rendimiento máximo, evitando que se generen inconvenientes destacados en el futuro.
Si tuvieras que renovar la caldera, apuesta por las de condensación. Es una inversión más grande pero a la larga gracias a su reducción de consumo, merecerá la pena y se refleja en el abono de los recibos.
Las burbujas de aire instaladas dentro harán que la instalación caliente menos, por lo que la casa tardará más en alcanzar la temperatura ideal y tu recibo energético puede incrementarse. Este paso es aconsejable llevarlo a cabo una vez al año, coincidiendo siempre con el comienzo del frío.
Una vez acabado el purgado de todos los radiadores, revisa la presión del agua de la caldera, por lo general tiene que estar entre 1 – 1,5 bares
En torno al 25 y el 30% de los requisitos de calefacción de una casa se deben a pérdidas de calor que se producen en las ventanas.
En verano difícilmente se perciben las corrientes de aire que se cuelan por los huecos que dejan puertas y ventanas. Sin embargo, con la presencia del frío, a parte de irritantes pueden repercutir desfavorablemente a nuestro recibo de energía.
Las ventanas y puertas de calidad paralizan las corrientes de aire. Detalles como los marcos metálicos de calidad o el doble acristalamiento colaboran a que tu vivienda sea más afable con el medio ambiente. Asimismo, preservan el aire frío en el exterior y el caliente dentro, lo cual es un gran beneficio para nuestro bolsillo.
La actuación de cada ventana te da mayor eficiencia energética, por lo que economizamos en consumo y de igual modo ayuda en el aislamiento de tu vivienda del sonido exterior.
Pese a que el verano puede distinguirse como la época predilecta de muchos, por el ambiente que se respira y su clima, el invierno no tiene nada que anhelar, ya que hay satisfacciones que únicamente se pueden percibir en estos meses.
Es hora de llevar a limpiar nuestras alfombras, edredones, sabanas de franela, las mantas del sofá, etc. La decoración también es una aliada contra el frío.
Seguramente su utilización sea escasa durante algunos días o noches de frío, sin embargo, cuando aparezcan los primeros fríos ya estará todo listo y preparado.
Puede que todavía sea muy precipitado sacar la ropa de invierno. El otoño se observa bajo las dudas a la hora de escoger la ropa por la indecisión climática, por lo que siempre es preferible tener cerca la ropa de abrigo.
Cartagena (ESPAÑA)
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